Parte 1
Ahora caigo, las redes sociales no sólo se llaman así porque van creando un tejido de usuarios que tienen algo o mucho en común, sino porque además, como redes que son, nos hacen caer en ellas y después es muy difícil escapar.
Yo no me considero un facebookero o twitero de grandes ligas. Soy más bien un principiante que se avienta sus cascaritas en este universo todavía inexplorado. Pero debo aceptar que hay ciertos aspectos de las redes sociales que empiezan a seducirme y, como ser humano normal que creo ser -o quizá algo aún peor-, abundan en mí las debilidades y me gusta repetir la experiencia de la seducción con alarmante frecuencia. Me causa una epicúrea sensación entrar al Feis o al Twitter y escudriñar en las entrañas y telarañas de todo lo que ahí se dice, se declara, se confiesa y se niega, y qué placer poder participar con mi granito de arena en esta bacanal aportando mis ideas, aunque crea que éstas no le importen a nadie. Siempre hay un roto para un descosido y nunca faltará alguien que, aunque sea por error, pasará su vista sobre mis barbaridades. Qué placer. Y creo que ahí radica el éxito de estas redes. Todos podemos decir en ellas lo que se nos viene en gana, y la experiencia hedonista recibe su corona cuando los demás nos ponen un "me gusta" o, mejor aún, nos dejan algún comentario que nos anima a seguir infestando la web con nuestras hondas reflexiones. Por ejemplo, antes de pertenecer a una comunidad como Twitter, la mayoría de los mortales de a caballo no teníamos un foro donde dejar que aflorara un bonito e inspirado pensamiento. En cambio ahora podemos decir sin calambre alguno cosas de este calibre: "Como un tsunami en Japón, puede hacer que tus olas me revuelquen el maldito corazón". (Dulce María dixit, si no la conoces, en realidad no importa) ¿Sublime,no?
Tengo algunos amigos que me van reportando, a mi y a todos los demás de su lista, sus actividades diarias con precisión cronológica. Gracias a Facebook podemos conocer relevantísima información como la hora en que se levantan de la cama y su ánimo del momento: "Buenos días a todos, ¡a darle!"; su estado de salud también es importante: "en cama con 39 de calentura, a puro caldito de pollo"; también nos enteramos de sus gustos musicales: "escuchando una buena rolita de La Arrolladora en el gym"; podemos tener conocimiento en tiempo real de sus conflictos interpersonales: "En la oficina, soportando al desgraciado de mi jefe", y también podemos satisfacer nuestro cochino morbo al enterarnos que la situación sentimental de fulana o zutano es complicada. ¿qué pepinos quiere decir complicado? Quizá sea el momento oportuno de acercarnos a esa persona en ese estado vulnerable y darle un toque. Quienes conocen Facebook saben a qué me refiero -la más aburrida manera de darse un toque-. Existe también el motivador que nos propina a diario alguna frase sacada de algún libro de autoayuda. Por otro lado tampoco falta el entusiasta que todas sus entradas las culmina con un provocador "... awebo!!!"
También gracias a Facebook he podido hacer detección temprana de la preocupante afición por la bebida de algunos queridos amigos. En por lo menos 9 de cada 10 comentarios que ponen se están empujando un whisky o un tequilita.
Otros nos aprovechamos de estas redes y sobre todo de la buena voluntad de nuestros amigos para invitarlos a leer nuestros aburridos blogs.
En fin, estos escaparates que constituyen las comunidades virtuales nos permiten conocernos hasta en calzones aún entre aquellos que nunca hemos intercambiado una sola palabra en persona.
Por último, ¿qué decir de la maravillosa experiencia de ser felicitado por 300 amigos el día de nuestro cumpleaños? Mis cumples se dividen en antes y después de Facebook. Antes hasta yo olvidaba que era mi aniversario. Ahora espero ese día con ansias sólo para regocijarme con la emoción de sentir que muchas personas -muchas más que nunca antes- se acordaron de la fecha. Lo único que había hecho falta para recibir tal avalancha de buenos deseos eran dos cosas: tener esa cantidad de amigos y que alguien les recordara a todos ellos que era mi cumpleaños. Facebook hizo la magia.
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Ciertamente las redes sociales han cambiado )por mucho) la comunicación como antes la concebíamos, aquella definición -poner en común-para los abducidos no es realmente relevante, basta con expulsar de nuestro cuerpo todo sentir no importando lo absurdo o banal que sea, pero, ¿Qué pasa quienes viven ajenos a la tecnología?¿Son marginados socio-cibernéticos? digo, porque es común hacer referencias del "face" como cuando ves una película, entonces quienes no pertenecen o participan de estas redes, comienzan con el eterno debate sobre lo impersonal, frías e inhumanas que son. En fin, es un tema digno para debatir en las redes sociales ¿No creen?
ResponderEliminarY no nos olvidemos de otro aspecto facinante del FB, la posibilidad de reencontrar amores del pasado y volverlos presentes. Esta cosa a la que tanto me resistí acaba de cambiar mi vida...
ResponderEliminarLo que sigue es que te vamos a dejar un comentario, felicitarte el día de tu cumpleaños e invitarte a una fiesta a través de un video, sin necesidad de teclear todo un choro
ResponderEliminarCON TODA LA BOCA LLENA DE RAZON JUAN MIGUEL!!!! TODOS (O CASI TODOS) HEMOS CAIDO EN LAS REDES DEL FEIS BOOK, JAJAJAJA, TE FELICITO POR TU PEDACITO DE COLUMNA EN TU BLOG, ESPERO SEGUIRTE ESCRIVIENDO ; ) 1 ABRAZO, ALIS.
ResponderEliminarEs una delicia poder compartir la intimidad de tu mundo... colarme entre tus divertidos comentarios y contemplar que has afinado la pluma,aguzado el sentido y tambien el espiritu!
ResponderEliminarAplaudo tu estilo y como tu me declaro facebookera, me seduce y encanta!!
Me encantó! hahaha muy cierto todo lo de los estados del feis y lo de los toques... Nomás acuerdate de los que te llamábamos en tu cumple "antes del feis" jejeje
ResponderEliminarAbrazos y besos!
Me encantó lo escrito, pero más me gustó CÓMO está escrito. Ya es realmente difícil encontrar ortografía y buena redacción en la red (me acordé de una canción, por cierto).
ResponderEliminarGracias, Juan Miguel :).
Muy Divertido y llenito de razón. Espero seguirte cada lunes. :)
ResponderEliminarBueno ya me quede picado y como es lunes pensé q habría nuevo blog
ResponderEliminarAsí que seria muy bueno q nos anunciaras q cada lunes hay un texto como este lleno de frescura y fino humor, como es ya tu especialidad
Abrazo JM
Excelente descripcion del fb Juan Miguel,muy acertado en todas tus apreciaciones, y, por supuesto, con humor levemente radiopata...
ResponderEliminarEn lo personal me ha servido como poderoso medio
de enlace y comunicacion, sobre todo con grupos
de musica de diversos generos, de preferencia
radicados en Mexico. Saludos desde Los Mochis.
Pues mira Juan Miguel: yo tengo pocos amigos en el fb, pero bien seleccionados como tú¡¡¡¡
ResponderEliminar¡¡¡Padrísimo Juan Miguel!!! Yo me adhiero.
ResponderEliminarEnredada en este Blog! Gracias Juan Miguel por tu excelsa forma de escribir y compartir tus ideas :)
ResponderEliminarGracias a ti, Karla, por lo que dices, pero sobre todo por enredarte en este blog intrascendente.
EliminarClaro que no... eres una influencia, al menos para mi, por tanto es trascendente!!! desde que te leo aplico el "yamikemi" con tanta soltura, evito andar "procrastinando" , elimino archivos de Powerpoint y hasta he tomado la frase de tu Mami, "si no tiene solución entonces no es un problema", y otras tantas cosas mas, Juan Miguel!!!
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